6 cosas que necesita la CDMX para mejorar su movilidad
Uno de los principales problemas de las medidas que el gobierno implementa, en términos de movilidad, es que no están correctamente planeadas o diseñadas.
Algunas políticas han fracasado debido a la poca capacidad institucional y la falta de coordinación para hacer medidas integrales para TODAS las personas.
El ciclismo urbano ha sufrido la mala implementación y aunque existen propuestas para incluir mayor infraestructura, de poco sirven si no se planean de forma integral, con otros medios de transporte y con un mayor alcance.
Ciclovías que son de solo unos metros, de diferentes características y hechas sin planeación, son un ejemplo de ello.
Es por eso que el Banco Interamericano de Desarrollo, en el marco del Sexto Foro Mundial de la Bicicleta ha creado una guía dirigida a los gobiernos locales de América Latina que los orienta en la ejecución de políticas mejor diseñadas y que reaccionen ante problemas ambientales y de movilidad mediante la cicloinclusión.
Estas son las 6 propuestas para orientar a las instituciones que dirigen los procesos de planeación, implementación y seguimiento de políticas públicas de movilidad urbana.
1. Diseñar un Plan Maestro de la Bicicleta. Al igual que en otras ciudades de América Latina donde se ha aplicado exitosamente, fijar un Plan conciso que tenga un objetivo, una justificación, un diagnóstico, estrategias generales, y un modelo de seguimiento y gestión.
2. Institucionalizar la planificación. Tomando como referencia experiencias de otros países, trasladar todo el plan a las dependencias tomadoras de decisiones, siguiendo el modelo de organización siguiente: integración, gerencia, coordinación y prospección. Haciendo énfasis en la planeación a través de expertos en movilidad a escala humana y no solo de autos.
3. Financiamiento. Primero se debe identificar los objetivos de política pública, y con base en esto armar un portafolio de proyectos ganar-ganar para proponerse al Gobierno Nacional para que así se pueda financiar con recursos metropolitanos, regionales o nacionales. Al mismo tiempo, aunque estas medidas no son muy populares, recomiendan generar recursos adicionales por medio de impuestos de congestión y estacionamiento.
4. Socios externos. Mantener buenas relaciones que ayudarán a mantener la estabilidad de los programas y proyectos. Ya sea de carácter comercial, medios de comunicación, empresas, instituciones educativas y organizaciones ciudadanas. Éstas últimas deben ser incluídas tanto en tanto en la formación del plan, como en su ejecución.
5. Planeación. A veces al no haber coordinación, se implementan medidas a medias y sin conexión. Al respecto, el BID sugiere un esquema de planeación más eficiente, en donde se alineen los eslabones de planeación (Política-Programa-Plan-Proyecto) y al final una evaluación de resultados.
6. Vincular el Plan Maestro con otros planes regionales. Para que todo sea un éxito también es recomendable que se cree una sinergia con otros instrumentos como un Plan de Movilidad, Plan de Seguridad Vial, de Salud Pública, de Calidad del Aire, etc. De esta manera la promoción del ciclismo se pueden compartir recursos, y promocionar la movilidad desde distintos frentes.
Aunque suene complicado, el correcto seguimiento de estas recomendaciones puntuales, permitirá involucrar a mucha gente y actores para migrar la idea del ciclismo urbano a esferas importantes y así pensar la movilidad en bicicleta como algo posible.
Uno de los principales problemas actualmente, es la conducta que los usuarios de las calles, y aunque es un problema significativo, expertos sugieren que uno de las formas de combatirlo es precísamente la implementación de medidas integrales que transformen conductas a largo plazo, como ha sucedido en otros países.
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