Sedatu celebra aprobación de Ley General de Asentamientos Humanos
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Gabriel BallesterosLa Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu) reiteró que con la aprobación de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano aprobada por el Congreso de la Unión se incorpora -por primera vez en la legislación nacional- el principio de Derecho a la Ciudad.
Francisco Covarrubias Gaytán, titular de Coordinación Metropolitana de dicha dependencia, dijo que de esta manera “se garantiza el ejercicio pleno de los derechos humanos y los derechos en condiciones de igualdad; promueve la cohesión social, impide la discriminación, la segregación o marginación de grupos o individuos”.
A través de un comunicado, explicó que esta Ley corresponde a una visión de vanguardia en la que se incluye la perspectiva de género y la inclusión, para construir ciudades con mayor igualdad entre mujeres y hombres y con un diseño universal que facilite la movilidad sustentable de toda la población.
“Se podrán articular acciones transversales en aspectos territoriales, urbanos y rurales que encaminan a México a una real modernidad en el tema”, afirmó luego de que el Senado de la República, aprobó el pasado jueves 13 de octubre la minuta enviada por la Cámara de Diputados.
La Ley, agregó, responde a los temas de la Nueva Agenda Urbana que se discutirán en los próximos días en el Foro de Hábitat III y establece las bases para la conformación de ciudades compactas, seguras, incluyentes, sustentables y resilientes.
“Yo creo que la Cumbre de Hábitat III, que se realizará en Quito, Ecuador, permitirá tomar la visión de que en el caso de México estamos trabajando muy cercanos a los principios establecidos por las Naciones Unidas con relación a la determinación de una nueva Agenda Urbana”.
Del mismo modo, dijo, se debe destacar la voluntad política para modernizar la instrumentación jurídica y dar mayor certidumbre a los habitantes; ubicar la resiliencia para prever cualquier eventualidad, y además establecer líneas importantes para el desarrollo urbano del país.
Covarrubias Gaytán destacó otros elementos que establece la Ley como la gobernanza metropolitana, y la participación activa de la ciudadanía, la cual servirá para la conformación de proyectos que generen mejores entornos urbanos y sociales en todo el país, así como para la vigilancia y el seguimiento de cada una de las acciones que se emprendan.
“Se busca, desde luego, la participación tanto en la formulación, el seguimiento y la evaluación de todos los elementos que constituyen los planes, de tal manera que habrá instrumentos de evaluación que darán seguimiento a las acciones de materia urbana y materia territorial”, concluyó.
(Fuente: http://www.grupoenconcreto.com/)
Entrevista con el senador Francisco Búrquez Valenzuela: Estatus de la Reforma Urbana
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Gabriel BallesterosSobre UBER y otras alternativas de movilidad
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Gabriel BallesterosCualquier alternativa de movilidad debe ser bienvenida. Entre mayor sea la oferta para el ciudadano, mejor es la conectividad de la ciudad y menor el tráfico que nos abruma. Pelear contra UBER es pelear contra la inevitable implantación de la tecnología en las actividades más simples del ser humano. Movernos, ¿cuál más elemental después de respirar…?
Cada revolución sectorial tiene su propia lucha; a su modo, en cada una se sacrifica al inocente que está en ese momento en el frente de batalla pero luego las cosas se ajustan. El telex atentó contra el telégrafo, a este lo sometió el fax, el bipper… y a todos la red de internet, que después los regeneró a su modo con el e-mail, los “post it” electrónicos, y mil variantes para dejar recados –hasta que llegó “WhatsApp” con todo y sus emoticones–. Ningún telegrafista murió de hambre cuando Bell difundió su invento, el mundo se regeneró y se adaptó; hoy incluso podría considerarse “de buen gusto” mandar un telegrama (muy vintage) con un breve mensaje de felicitación o un pésame.
El taxi tradicional no va a morir, por supuesto que no. Se regenerará, cambiará su actitud, quizá repondrá su condición original de servicio de lujo; quizá se reorientará retomando los “sitios”, reponiendo sus coberturas de zona y horario. El mercado es muy eficaz en estos ajustes. ¿Disminuirá el número de coches? No se podría determinar con certeza, es posible, pero de cualquier modo se nivelará para bien del taxista tradicional y sus familias.
En los conflictos de implantación de nuevos actores en servicios consolidados (que por consolidados también muestran su decadencia) siempre existirán políticos que buscarán alinearse de un lado o de otro para obtener algún beneficio (electoral o no). A estos hay que sufrirlos, tolerarles las “recetas mágicas”, la intención de legislar lo legislado. Y es que en servicios como UBER lo ofertado ya está en el sistema jurídico nacional, es un contrato civil de prestación de servicio, sin mayor complicación asistido por un sistema electrónico como hay muchos otros.
La oportunidad de levantar la mano y detener un taxi en cualquier momento seguirá ahí en la calle. Es mayoritaria la población que sin acceso al crédito bancario o teniéndolo, con un teléfono inteligente o sin él, requiere un servicio inmediato; pudiera decirse que hasta con un cierto sentimiento o percepción de control total sobre su movilidad individual, si se nos permite la idea.
El taxi se adaptará y encontrará su nicho de mercado regenerado. Incluso estará ahí cuando no quieras esperar los 8 minutos que puede llegar a tardar el UBER; estará ahí cuando no tenga pila o señal el celular, cuando no se tenga crédito en la tarjeta… cuando no quieras dejar huella. Con su olor a vainilla, su música de banda, su escape abierto, sus foquitos de colores.
Al revisar el discurso alrededor de la lucha UBER-Taxistas vienen a la memoria los procesos sindicales que nos llevaron a los contratos colectivos paternales, sí esos, los que llevaron a nuestros grandes consorcios nacionales a la quiebra. Esos donde por quedar bien con alguno de los lados, algún político permitió por “el bien de la nación” que se instauraran por ejemplo en PEMEX, los bonos por no faltar los lunes… Proteccionismos aberrantes para “patear el bote”, para cambiar sin cambiar.
Después de haber visto funcionar el modelo por casi un año y no obstante nuestra abierta posición a favor de la llegada de UBER, sí consideramos que las bases de datos de quienes prestan el servicio deben compartirse con el gobierno sin tener que ser públicas obligadamente; que la empresa debe exponer sus sistemas de selección y aceptación de ofertantes del servicio y, por supuesto, debe obligarse a cada dueño del auto en servicio a mantener una póliza de seguro amplio vigente, so pena de sanciones ejemplares, amén de su responsabilidad efectiva en un siniestro.
Ajustar la relación de fuerzas entre el fenómeno UBER y los gremios de taxistas tradicionales debe atenderse con la objetividad que permite la experiencia de este servicio en otras ciudades y en otros países; con el cuidado del bolsillo de los usuarios por delante. Cualquier otro alegato que no busque darle nuevas alternativas a los usuarios del servicio de transporte sale sobrando.
Con UBER a la vanguardia vienen empujando fuerte otros modelos asistidos por “app’s” de movilidad tipo “car sharing” o auto-compartido. Variantes como el UBER POOL que intenta promover la experiencia de compartir el auto-taxi entre pasajeros a destinos diferentes en la misma zona, a menor costo que el UBER normal; o como ECONDUCE (https://econduce.mx) que ofrece motocicletas tipo “scooters” eléctricas en un sistema similar a la ECOBICI en la Ciudad de México, pero sin pedalear.
Otros son BLA BLA CAR (https://www.blablacar.mx), una “app” que promueve compartir tu auto y tus gastos de casetas y combustible con otros usuarios que tienen trayectos por carretera similares al tuyo; o productos más atrevidos para la movilidad que pueden poner a pensar incluso a los no tradicionalistas como CARROT (http://www.carrot.mx/empresas), novedad que te ofrece poder usar por unas horas un coche, camioneta o minivan que ya está en la calle; lo ubicas, lo abres con una tarjeta inteligente, lo usas, lo estacionas, ¡y lo cierras donde ya no lo ocupes…!
UBER es sólo el ariete que está rompiendo los paradigmas más ortodoxos sobre nuestras concepciones de la utilidad de un vehículo y sus costos. El taxi como fue concebido hace un siglo tiene que adaptarse, seguramente hay un nicho de mercado que nadie habrá de quitarle, ese nicho hay que buscarlo y protegerlo sin chauvinismos.
Y a todo esto pregunta el muchacho… ¿Y el transporte público colectivo a-pá?
Forópolis: Generación de EcoZonas
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Hacer CiudadPor Antonio Barreda Luna
Arquitecto Urbanista
Universidad Politécnica de Catalunya
Claudia Hernández es asesora de la Cooperación Alemana al Desarrollo GIZ, y promueve diversas actividades y proyectos que buscan la sustentabilidad de las ciudades y territorios en México, el más reciente llamado EcoZona para la ciudad de Toluca.
Antonio Barreda (AB): Hola Claudia, dime ¿Desde cuando estás en GIZ?
Claudia Hernández (CH: Trabajo con la Cooperación Alemana como consultora externa desde 1998 en temas de gestión integral de residuos sólidos, y a partir del año 2011 como asesora técnica del Programa de Gestión Ambiental Urbana e Industrial.
AB: Explícanos que es una EcoZona?
CH: Una EcoZona es una variante de las zonas de bajas emisiones (LEZ por sus siglas en ingles) que son muy comunes de establecerse en ciudades europeas. El principal objetivo es darle una prioridad al manejo ambiental para tratar de reducir la contaminación atmosférica, asociada principalmente a una mala combustión en vehículos particulares, de carga y de transporte público, lo que va asociado a la restricción del paso de vehículos que no se encuentren verificados.
En el caso de EzoZona Toluca también se relaciona con la forma en que se prestan los servicios públicos, que está estrechamente relacionada con la emisión de gases de efecto invernadero. Por ejemplo el cambio de los horarios de las rutas de recolección de residuos sólidos (horario nocturno) que va a la par de la separación de residuos desde la fuente y al cambio del tipo de vehículos que harán esta recolección. Otro ejemplo los horarios para el mantenimiento de parques y jardines, así como el recambio de las luminarias del alumbrado público a sistemas LED o con aditivo metálico cerámico.
En pocas palabras, es acotar un territorio dentro del centro de ciudad, en el que se busque mejorar la calidad ambiental y la calidad de vida de los habitantes y visitantes.
AB: ¿Qué tipo de proyectos lleva la EcoZona?
CH: Básicamente comenzamos este 2015 con siete ejes temáticos:
Eficiencia energética en alumbrado público
Gestión integral de residuos sólidos urbanos
Recuperación de espacios públicos
Desarrollo urbano
Educación ambiental
Cero contaminación (cumplimiento a las normas ambientales vigentes a nivel federal, estatal y municipal)
Movilidad inteligente (buscando la movilidad no motorizada)
Para mayor detalle de que proyectos y acciones están contemplados en estos 7 ejes temáticos, te recomiendo visitar www.ecozonatoluca.mx
AB: En este sentido, es conveniente comentar que Toluca ha puesto en marcha un sistema de bicis llamado ‘huizi’, nombre escogido por consulta en las redes sociales y que significa ‘moverse’. Regresando a la entrevista, ¿Por qué primero EcoZona en Toluca?
CH: Esto de las ecozonas es una iniciativa que desde 2014 comenzó a difundir la Comisión Ambiental de la Megalopolis (CAMe) entre sus cinco entidades. Dos de ellas respondieron al llamado: Morelos y Estado de México. En el caso del Estado de México, fue la Secretaria del Medio Ambiente la que propuso este tema entre cinco municipios grandes, y Toluca fue el único de esta entidad que decidió desarrollar e implementar este proyecto.
Como GIZ para nosotros es interesante apoyar esta iniciativa que tiene tanta relación con las LEZ aplicadas en Alemania. Por ello decidimos trabajar la EcoZona con el municipio de Toluca.
En el caso de Morelos, es el gobierno del estado quien lleva la iniciativa EcoZona en la ciudad de Cuernavaca.
AB: ¿La meta es replicar este tipo de proyectos en todas las ciudades del país?
CH: No todas aplican para este tipo de medidas. Estos deben ser “trajes hechos a la medida”, en función de la problemática ambiental que se esté enfrentando, la calidad del entorno ambiental en que se encuentre la ciudad, el tipo de actividad económica predominante y sobre todo, el tipo de sociedad que esté viviendo en ella.
AB: ¿Recientemente salió la noticia de que Oslo será la primera ciudad del mundo sin vehículos para el año 2019, mientras que Hamburgo le seguirá al año 2034. Hacia este camino es al que deberíamos llegar con proyectos como Ecozona?
CH: Esa es la tendencia para las ciudades del mundo: disminuir la cantidad de vehículos automotores que se encuentren circulando. Pero eso implica muchas políticas y prácticas previas para el desarrollo de las ciudades, deben ir avanzando hacia la sostenibilidad, y eso va desde la planeación del desarrollo urbano.
No es un tema exclusivo de ecozona, más bien es un tema de desarrollo de ciudades.
AB: ¿Que nos puedes comentar de Querétaro? ¿Tienen proyectos de GIZ aquí?
CH: Querétaro municipio tiene muchos avances en materia de planeación urbana y de la gestión ambiental del municipio mismo. De hecho fue una de las ciudades que participo en el año 2014 para que GIZ trabajara dentro de la cooperación con temas de gestión ambiental urbana, sin embargo ya no llegó a la final.
Actualmente dentro del Programa de Gestión Ambiental Urbana e Industrial (PGAUI II) de GIZ no tenemos proyectos en puerta con Querétaro, sin embrago no se descarta el poder tener algún intercambio de experiencias en buenas practicas relacionadas a la gestión ambiental urbana.
AB: Muchas gracias por tus respuestas, tienes algo más que decir al público lector que nos sigue?
CH: EcoZona es un concepto que involucra más que acciones de gobierno local, implica un alto grado de participación ciudadana y de los comercios y servicios instalados en esa extensión territorial. Por eso es de vital importancia informar, comunicar pero también formar ciudadanía. A final de cuentas la ecozona la construimos todos.
Forópolis Capítulo Querétaro: Ciudad formal y ciudad informal
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Hacer CiudadPor: ITESM Campus Querétaro
Stefania Biondi
sbiondi@itesm.mx
El crecimiento de la ciudad y la zona metropolitana de Querétaro durante las últimas dos décadas ha sido constante y exponencial; no es necesario recordar aquí los alarmantes datos, conocidos por todos, sobre el aumento de la población, la expansión de la mancha urbana y la disminución de las densidades de habitantes y de viviendas por unidad de territorio.
Frente a esta situación objetiva, pueden haber diversas interpretaciones: de tipo optimista –como las que presentan Querétaro como una de las mejores ciudades del país en cuanto a calidad de vida- o bien alarmistas, como las que señalan la insostenibilidad de este tipo de crecimiento y denuncian los numerosos problemas a los que se enfrentan cotidianamente los ciudadanos. Igualmente hay vivencias y lecturas diversas desde las cuales cada ciudadano o grupo de ciudadanos puede juzgar la calidad de vida de la que gozan en Querétaro y, a partir de aquí, solicitar políticas públicas que cambien y mejoren la ciudad actual y las condiciones de vida de sus habitantes.
Una posible lectura del crecimiento de Querétaro es la que confronta la ciudad formal con la ciudad informal, bajo un lente que permite enfocar fenómenos urbanos y sociales no exclusivos de nuestra ciudad, si no comunes a una realidad más amplia por lo menos latinoamericana, como lo prueban numerosos estudios de reciente publicación. La lectura que contrapone la formalidad a la informalidad urbana permite, a su vez, enfocar otros dos aspectos del urbanismo, vinculados entre ellos: el de la morfología urbana y el del derecho a la ciudad.
Entendemos por “ciudad formal” a la que se ha producido en el tiempo al amparo de las normativas, los instrumentos de planeación y las leyes del mercado. La ciudad formal incluye al centro histórico y los barrios tradicionales, a los asentamientos legales de carácter residencial y de interés social, a los fraccionamientos y a los condominios. Cada una de estas partes de la ciudad formal tiene características diversas, mostrando una importante complejidad interior; sin embargo, cabe enfatizar que la ciudad formal de reciente producción se caracteriza por una monótona repetitividad tipológica y por su monofuncionalidad.
Por su lado, la “ciudad informal” es la que se ha producido afuera o al margen de la legalidad, a través de procesos de producción social de la vivienda y del hábitat. Este tipo de ciudad empieza por ocupaciones ilegales del suelo y se consolida a través de procesos de regularización .
Cómo valorar y qué hacer con esta ciudad es un tema muy controvertido; sin embargo, más allá de las diversas posturas, la ciudad informal es la manifestación de las desigualdades existentes en las ciudades y responde a la demanda de vivienda de los grupos vulnerables a los que el mercado y las instituciones no dan una respuesta adecuada. Para sustentar esta afirmación es suficiente consultar cualquiera de los profusos informes de Naciones Unidas sobre el derecho a la vivienda.
Más allá de satanizar como un mal urbano a la ciudad informal, si analizamos su morfología urbana y su funcionamiento, podemos descubrir que ofrece soluciones espaciales morfo-tipológicas propias de la ciudad tradicional e histórica: el trazado de las calles, la forma y dimensiones de las manzanas, la tipología de la construcción y de ocupación de los lotes tienen características cuali-cuantitativas análogas a la del centro histórico o de un barrio tradicional. Las analogías van más allá de los aspectos espaciales y se extienden a los sociales en el momento en que observamos el funcionamiento de la ciudad de origen informal: el uso mixto de vivienda y comercio que se da espontáneamente, la presencia de equipamientos básicos y de espacios comunitarios, la existencia de actividades productivas artesanales y de servicio (en oposición al uso exclusivamente residencial de la moderna ciudad formal, a su lejanía y difícil accesibilidad) hacen que la ciudad informal consolidada proporcione oportunidades de vida más equitativas a sus habitante. Como consecuencia, el uso comunitario del espacio público (no destinado solo a los desplazamientos motorizados) aumenta el grado de cohesión social dentro de la comunidad.
Allende de los procesos de regularización de la tenencia de la tierra, uno de los aspectos de la conformación de la ciudad informal de los que debemos reaprender a hacer ciudad reside en reconocer que la ciudad es un organismo de procesos largos y lentos de formación, sedimentación, transformación, con etapas de aceleración y estancamiento, de progreso y retroceso. La ciudad informal es la que sigue respondiendo a este ritmo paulatino, muy diferente del modelo de construcción propio de los asentamientos formales, que pretenden producir una ciudad estática y congelada, muerta durante la mayor parte del día, ignorante de e insensible a la necesaria e inevitable intervención de los habitantes.
Descubrir y rescatar el valor de la ciudad informal no significa ensalzar la irregularidad como la única o la mejor manera de hacer ciudad; tampoco implica renunciar a la planeación, al diseño urbano o a la producción formal de la vivienda. Significa reorientar estas disciplinas de acuerdo con las modalidades de producción social del hábitat, así como reforzar la idea de una planeación estratégica, que reconozca sus límites mientras acrecienta sus capacidades de orientación. Una planeación estratégica que requiere de una visión a mediano y largo plazo: aparte del modelo de ciudad (compacta, densa, difusa), una visión implica definir de manera democrática y participada qué ciudad queremos y cómo, a través de qué procesos y con cuales actores, queremos lograrla.
Democratiza el uso de la vía pública, con la racionalización del estacionamiento
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Hacer CiudadPor Emilio Vasconcelos Dueñas
Esto de hacer ciudad para todos, con la óptica de nuestro Centro Histórico, cuidando que mantenga la calidad patrimonial que desde hace 19 años lo hace orgullosamente al ser participante en el catálogo de Patrimonio Cultural de la Humanidad, otorgado por la UNESCO en aquel 7 de diciembre de 1996. En ello, finalmente la autoridad municipal tiene en la mira el restablecimiento de estos coloquialmente llamados “parquímetros” y que institucionalmente le denominan: Estacionamiento de vehículos automotores en la vía pública.
Recordemos que no hace muchos ayeres en la zona céntrica de Santiago de Querétaro existieron aquellos pequeños postes con dos cabezas que no eran otra cosa que parquímetros en donde se colocaban las monedas y se procedía a darles “cuerda” esto es accionar el mecanismo de cierto tiempo para cubrir la cuota por utilizar el espacio público.
Bien por ello y desde luego hacer dos comentarios; el primero que la apuesta va a la administración directa de tal infraestructura por parte de la autoridad municipal, sin intermediarios, concesionarios o como se les quisiera llamar y para eso servicios públicos municipales es la instancia municipal idónea.
La segunda es el tema tarifa, la cual sería prudente resultara de un estudio técnico.
De lo primero, es bien sabido que cuando se concesiona un servicio público, el ganón es el concesionario y en este tema, las referencias no son la excepción, en donde rondan desde el 30, 60 y 70% para la ciudad y el resto para el concesionario, en cuanto a multas, hay en donde para la Ciudad solo es el 70%.
Ojalá y Santiago de Querétaro rompa con esa perniciosa práctica.
En lo referente a la tarifa, de igual forma, la media nacional es de $6.00 por hora de utilización de los cajones para estacionamiento de vehículos en la vía pública, la cual va desde $ 2.00 en Texcoco, $2.50 en Monterrey y $3.00 en Acapulco, Guanajuato y Chiautempan. $6.00 en Córdoba y Puebla; $7.00 en Tlaxcala y Matehuala así como $8.00 en Naucalpan, Polanco y San Luis Potosí.
A excepción de Acapulco, en donde se cobra $1.00 por 20 minutos, en general el uso de estos cajones da la pauta para el pago mínimo de $2.00 por 15 minutos, tiempo suficiente para un uso mínimo cuando se quiera comprar un refresco o entregar un documento, de manera que esa es una primera ventaja para el usuario, la segunda es, el hecho de seguramente se podrá encontrar lugar para estacionarse y la tercera es para el comercio y los prestadores de servicios, quienes verán multiplicada la afluencia de sus clientes debido a la rotación en la ocupación de la vía pública por los particulares que cotidianamente suelen acudir al Centro Histórico para atender sus requerimientos de comercio y servicios diversos.
Para los pobladores dentro del polígono -sin duda- que se habrán de otorgar tarjetones a efecto de que dispongan sin costo alguno, de los espacios que para tal fin se defina en el diseño del programa ‘Parquímetros’; sin excepción, todos los demás usuarios de los cajones de estacionamiento sobre la vía pública, habrán de pagar al cien por ciento las tarifas que se establezcan.
De la ciudad, ni hablar, será la democratización del uso de la vía pública a favor por todos por igual, en donde quien la usufructúa, retribuye a la comunidad por tal servicio y en la otra mano, asimismo para la ciudad, es una fuente indiscutible de recursos frescos para solventar programas de mantenimiento de esa, la vía pública, que de otra manera depende exclusivamente de los presupuestos con recursos públicos que nunca serán suficientes.
El primer polígono a ser dotado de esta infraestructura podría estar delimitado por 5 de febrero, avenida Constituyentes, Bernardo Quintana y avenida Universidad, dentro del cual y en paralelo, el tema estacionamientos se convierte en un nicho de oportunidad, toda vez que muchos de los empleados de las oficinas de las instancias públicas cuyas instalaciones están dentro de dicho polígono, continuarán acudiendo a sus trabajos en sus automóviles particulares y seguramente los establecimientos que para ofertar este tipo de espacios, habrán de ampliar los estacionamientos, de los cuales, incluso hoy en día ha de haber aquellos que pueden tener piso de tierra y con la demanda organizada por las personas que acuden cotidianamente por razones laborales, podrán acceder a una tarifa de pensión, lo cual les resolverá tal necesidad y lo mismo aplicará para quienes tienen sus centros de trabajo, ya oficinas o comercios particulares en la zona referida. No sería remoto que algún porcentaje de los baldíos intraurbanos vieran en esta vertiente de utilización del suelo una vía de aprovechamiento de terrenos estratégicamente ubicados y que por largos años han permanecido no sólo ociosos, sino usufructuando importante infraestructura urbana, en perjuicio de la propia Ciudad.
Finalmente el hecho de optimizar la circulación vehicular en la zona será un beneficio colectivo, pues la carga vehicular artificial, generada por aquellos vehículos que en la actualidad tienen que dar vueltas y vueltas en búsqueda infructuosa de un lugar para estacionarse.
Todo este esquema de ordenación en la utilización del espacio público urbano, sin duda que se habrá de considerar en las premisas de actualización del Programa de Manejo del Centro Histórico al tiempo de sumarse a los indicadores urbanos que apuntalan la generación natural de plusvalía en dicha zona.
Premio Nacional de Desarrollo Regional y Urbano a un queretano por adopción
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Hacer CiudadPor: MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
El lunes pasado, 14 de diciembre del 2015, la Mtra. Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) entregó los premios nacionales de Vivienda y de Desarrollo Regional y Urbano; un momento de gran relevancia para el mundo del urbanismo nacional pues se reconoce a los actores que están proponiendo la vanguardia en el sector.
El Premio Nacional de Vivienda se había venido otorgando por el gobierno federal como un reconocimiento a las buenas prácticas en el sector. A partir de este año el reconocimiento se extendió al desarrollo regional y urbano, un sector no menos importante que el de la vivienda y estratégico para el desarrollo de nuestro país, declarado emergencia urbana desde 2010. Este año lo ganó un queretano por adopción, Ignacio Kunz Bolaños, geografo de formación, planeador urbano, economista por consecuencia, y sobre todo, un cultivado ciudadano que no pierde la perspectiva de la ciudad vista con el ojo de la gente que la habita.
El Premio Nacional de Desarrollo Regional y Urbano “reconoce el esfuerzo, innovación e impacto social de los proyectos a escala urbana”, es la primera vez que se otorga este premio en la categoría de Planeación Urbana Municipal. El trabajo ganador es el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Culiacán, Sinaloa, configurado por el Instituto Municipal de Planeación de aquella ciudad bajo la coordinación del Dr. Ignacio Kunz Bolaños, investigador de nuestra alma mater nacional y Vicepresidente de Forópolis Querétaro.
A finales del 2011 la Secretaría de Desarrollo Social, entonces responsable de las políticas urbanas del país, invitó al Dr. Kunz para que coordinara la elaboración de los programas municipales de desarrollo urbano de Ahome, Culiacán y Mazatlán; unos meses después se firmó un convenio de colaboración UNAM – SEDESOL para la ejecución de estos programas y el Dr. Kunz buscó logró algo poco común, una alianza de los institutos municipales de planeación urbana, que sin remilgos accedieron a trabajar en conjunto.
Los programas de desarrollo urbano resulantes tienen dos características que los distinguen de los programas convencionales: la primera es su alto contenido estratégico; buscan que los actores del sector inmobilario sigan con su negocio construyendo para ellos un modelo de gestión urbana atractivo y rentable, pero a la vez se provoca la ciudad compacta que se busca. Un modelo que produce un cambio de paradigma hacia una ciudad financiable, habitable, conectada y resiliente.
Por medio de directivas sencillas (que tienen el nivel jerárquico de un reglamento municipal) los programas de centro de población, o lo que sería en Querétaro, los programas de desarrollo urbano delegacionales, se ofrece la posibilidad de intervenciones focalizadas que comprometen la actuación de las autoridades (procurando que este proceso no sea solo un discurso) haciendo que concentren los esfuerzos y recursos en pocas líneas estratégicas: sitios de la ciudad que merecen regeneración, otros que necesitan mayor intensidad, o bien generando las reglas necesarias para que aquello no urbanizable permanezca intocado y sin asentamientos irregulares.
En cada una de esas líneas se reconoce la necesidad de que participen diversos actores en esquemas de transparencia y equidad, las directivas tienden a extinguir la demoagógica expresión de “ven al foro y luego no te hacemos caso…”, lo que a su vez convierte a los programas en un mecanismo de actuación concertada, un proceso activo, de ida y vuelta, enseñando al ciudadano y a la autoridad en el camino de una vida urbana democrática y corresponsable.
La segunda característica y la más destacada es contar con una sólida instrumentación, es decir, los programas incluyen la definición precisa de los “cómo” y de los “cuándo” hacer las cosas; la descripción paso a paso de qué se debe hacer para que las estrategias que se proponen se puedan llevar a cabo de una forma realista. Estos programas incluyen, entre otros, instrumentos para el control de la expansión de la baja densidad que nos agobia (¡en la zona metropolitana de Querétaro rondamos los 50 habitantes por hectárea!); procura herramientas para inhibir la fragmentación que afecta a casi todas las ciudades del país y que a la larga compromete la sustentabilidad de las urbes. Al mismo tiempo, ofrece una serie de mecanismos para favorecer la inversión en vivienda en la ciudad interior con lo que se afronta el problema de la declinación, esto es, la pérdida de población de la zona urbana con excepción de las periferias de crecimiento reciente (en Querétaro el 35% de la ciudad construida y con servicios está vacía). Este es sin duda el problema más serio y complejo de las ciudades mexicanas, y sólo puede atenderse mediante el diseño de dispositivos complejos para favorecer la inversión en vivienda de interés social, verticalidad y regeneración, lo que se antoja imposible por los altos costos del suelo.
Y es que subir el predial cada año sólo beneficia al alcalde y su capacidad de hacer obra electorera; las arcas municipales crecen relativamente y el beneficio final a la ciudad y a la plusvalía son mínimos. Lo que ingresa no es comparable con las inversiones que se ahuyentan, con las oportunidades perdidas de regeneración urbana y relleno de la ciudad vacía.
Lo más valioso de estos programas es que se proponen instrumentos que facilitan y estimulan la inversión privada en favor del interés general y con beneficios directos para los sectores más pobres; se orientan a favorecer el acceso a la vivienda de buena calidad pero sobre todo en buenas localizaciones. Estas dos características fueron sin duda, los elementos que el jurado compuesto de reconocidos especialistas en el tema, tomó en cuenta para seleccionar elPrograma Municipal de Desarrollo Urbano de Culiacán como el merecedor del Premio Nacional en la vertiente de Desarrollo Municipal.
La ironía de todo esto para nosotros lo queretanos (y es que es difícil ser profeta en tierra propia) es que ¡instrumentos muy semejantes fueron desarrollados por el Dr. Ignacio Kunz para el Municipio de Querétaro! Esos que fueron tachados de espurios al inicio de esta administración cuando se acusó sin fundamento que Ramón Abonce, ahora exsecretario de Desarrollo Sustentable municipal era el dueño de la empresa del Dr. Kunz (CIAT Centro de Estudios sobre el Territorio). Nada más falso.
Lo que debe destacarse y es importante para nuestra ciudad y para nuestro municipio de Querétaro, es que el Dr. Ignacio Kunz fue el responsable y coordinador del Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Querétaro y de los 7 programas parciales de las delegaciones que no pudo aprobar el Ayuntamiento 2012-2015. Según me explicó el propio Dr. Kunz, los programas de Querétaro, que se entregaron a la Secretaría de Desarrollo Sustentable apenas en marzo del presente año, son más robustos y superiores técnicamente al de Culiacán, pues aquella experiencia le sirvió para medir algunos comportamientos de las directivas; y por otra parte, porque en Querétaro hubo la oportunidad de trabajar en dos escalas, la municipal y la de centro de población (programas parciales de las delegaciones), lo que permitió sincronizar y articular las disposiciones del nivel municipal (zonificación primaria) con aquellas de nivel urbano (zonificación secundaria), lo que en Culiacán no fue posible hasta ahora, cuando se está realizando la actualización de su Plan Director (nivel urbano).
De aquí se desprende que el municipio de Querétaro podría contar con un sistema de programas de desarrollo urbano de reconocimiento nacional… Hay mucho que hacer en nuestro terruño: hay que quitarle por lo pronto el injusto estigma a los trabajos entregados por Kunz; después hay que revisar que lo entregado esté limpio de intromisiones “pecaminosas” de alguien que quisiera favorecer a un tenedor de tierra sin justificación, y luego, hay que difundirlos. Que la gente los conozca, los revise, y los viva.
Forópolis Capítulo Querétaro: El Papa Francisco y la Casa Común: ‘Laudato Sí’
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Gabriel BallesterosPor MNU y Lic. Gabriel Ballesteros Martínez
“Es el modo como el ser humano se las arregla para alimentar todos los vicios autodestructivos: intentando no verlos, luchando para no reconocerlos, postergando las decisiones importantes, actuando como si nada ocurriera”… S.S. Francisco
Por un obsequio que celebro llegó a mis manos un ejemplar de la Carta Encíclica de Su Santidad el Papa Francisco titulada “Sobre el Cuidado de la Casa Común”; un documento extraordinario que plasma su visión sobre la situación de varios componentes de nuestra actual realidad urbana: desconexión, segregación, pobreza, insustentabilidad, pérdida de biodiversidad, deterioro de la calidad de vida y degradación social.
Confieso que nunca había leído una Encíclica. Quizá nunca tuve sobre un tema la curiosidad suficiente como para internarme en el punto de vista eclesiástico que se antoja siempre denso. Más allá de la sorpresa que los invito a experimentar en su lectura (Editorial Buena Prensa www.buenaprensa.com) quedé conmovido, refrescado y comprometido por la palabra suave que provoca la reflexión sincera de su Santidad sobre nuestras ciudades. Más allá de escuelas o dogmas, desde Forópolis ofrecemos este breve resumen condimentado con algunas conjeturas propias, que solo pretende dejar expuesta la visión de Roma sobre lo que nos está pasando:
“El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral pues sabemos que las cosas pueden cambiar”…
S.S. Francisco
Rapidación y Cultura del Descarte
Su Santidad aborda estos temas con la claridad de los versados en el argot tecnológico y al mismo tiempo con la contundencia de un Jefe de Estado al señalar estas nuevas circunstancias o derivaciones de la modernización avasallante y extremadamente veloz que nos abruma. Las cosas rápidamente se convierten en basura, la industria no ha desarrollado la misma capacidad para producir bienes que para reabsorberlos o reciclarlos. “El cambio es algo deseable, pero se vuelve preocupante cuando se convierte en deterioro del mundo y de la calidad de vida de la población”… Vivimos en un constante conflicto: con el clima, con las nubes, con el sol, con aquello que no podemos controlar. Rápidamente queremos que todo se ajuste a nuestra comodidad bajo la ley del menor esfuerzo.
La cultura del descarte (consumir y tirar) está convirtiendo nuestras ciudades en basureros; al mismo tiempo se vive un conflicto de reorganización social sin fin y vamos atando los cabos de un nuevo tipo de segregación que deriva a su vez en las “diversas formas de poder que la tecnología está creando”. Analfabetas funcionales que saben leer y escribir pero que no tienen acceso a la red. Usuarios frente a programas para comunicarnos que nos absorben e incomunican. Familias que se abandonan acompañadas en sus teléfonos inteligentes. Hay una “silenciosa ruptura” nos dice su Santidad “una pérdida de identidad”. “El crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado en todos sus aspectos un verdadero progreso integral y una mejora en la calidad de vida”…
La Ecología de la Vida Cotidiana
En su aproximación al concepto de la ‘biología humana’ su Santidad se expresa sobre la interrelación entre el espacio y la conducta humana: …“quienes diseñan edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan el aporte de diversas disciplinas que permitan entender los procesos, el simbolismo y la pertenencia de las personas”. No basta la búsqueda de lo funcional o lo económico “no basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al ambiente, el encuentro y la ayuda mutua”.
Es curioso pero habla el Santo Padre con el mismo discurso que se escuchó en el Foro Mundial de Medellín en 2014 (que tuvo como tema central la Equidad en la Ciudad), pero sus palabras llevan un enfoque amoroso que lo pule, lo matiza más allá de la discusión económica de lo que valen los bienes, a cuántos habrán de satisfacer y como deben repartirse.
El próximo año en octubre se realizará en Quito, Ecuador la tercera reunión mundial de ONU HABITAT que sucede cada 20 años, seguramente este mismo diagnóstico se repetirá en todos los idiomas.
Encerrarse en un barrio por más seguro que parezca es privarse de vivir la ciudad. “Por esta misma razón conviene preservar algunos lugares donde se eviten las intervenciones humanas que los modifiquen constantemente”. Nos habla de ciudades “acogedoras” frente a los barrios precarios y aislados que estamos produciendo sobre el suelo “barato” que le robamos al campo. Encíclica que es en sí un diagnóstico y a la vez una invitación.
“Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de “estar en casa”.”
S.S. Francisco
Diálogo Transparente
Propone un concepto, que de tanto decirlo en el ambiente de la política barata, se desgasta. Nos dice que la ecología humana es inseparable de la noción del bien común, al que define como “el conjunto de condiciones de la vida social que hacen posible a las asociaciones humanas y a cada uno de sus miembros el logro más pleno y más fácil de la propia perfección”. Idea que puede afirmarse, los partidos políticos repiten, cada uno como la entiende, pero que no la significan y la traicionan constantemente. A la élite llama a un “Dialogo transparente en la toma de decisiones”. “Es la corrupción la que esconde el verdadero impacto ambiental”. Y sentencia citando al Patriarca Bartolomé: “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios”.
Su Santidad comparte el motivo de la selección de su nombre papal: Francisco, como San Francisco de Asís, al que admira por haber entrado en comunicación con todo lo creado; quien predicaba hasta a las flores “invitándolas a alabar al Señor” como si gozaran el don de la razón. Un Santo con mucho “punch” hoy en día si lo revisamos a la luz del discurso ambientalista.
En dulce confesión dice que lo escogió pues es su guía e inspiración. San Francisco fue “ejemplo del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral” señala. Conceptos todos estos, que fuera del contexto cristiano no son otra cosa que las ideas de sustentabilidad incluidas hace años en el Informe Brundtland o que, parafraseadas, son contenido de las soberbias declaraciones de los consejos internacionales que se firman y se abandonan para después volver a firmarse y volver a abandonarse. El Papa nos invita a no depender de otros para adquirir conciencia de la casa común o para que nos organicen para cuidarla. Nos invita a asumir cada uno el compromiso de amor por la tierra y el agua; por la fauna a la que ponemos en desequilibrio. A no comprar especies endémicas para que nos canten o diviertan. A no martirizar a una mascota, a no destruir el hábitat natural tan solo para hacerlo más ‘moderno’.
Finalmente el Santo Padre nos invita a realizar una acción “innovadora”, nos propone “un cambio en los estilos de vida y señala que “podría llegar a ejercer una sana presión sobre los que tienen poder político, económico y social”… dice que “comprar es siempre un acto moral, y no solo económico. Por eso hoy el tema del deterioro ambiental cuestiona los comportamientos de cada uno de nosotros”.
“Ya hemos tenido mucho tiempo de degradación moral, burlándonos de la ética, de la bondad, de la fe, de la honestidad, y llegó la hora de advertir que esa alegre superficialidad nos ha servido de poco”. S.S. Francisco
*Esta columna y su contenido son responsablidad de Forópolis Capítulo Querétaro
Forópolis Capítulo Querétaro. La PEPMADU: un policía para la urbe
/0 Comentarios/en Nuestras Publicaciones /por Gabriel BallesterosLa Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente y el Desarrollo Urbano (PEPMADU) es la institución más importante recién fundada en Querétaro. Su misión: vigilar el cumplimiento de los planes y programas ambientales y de desarrollo urbano, así como poner al alcance de los ciudadanos comunes la justicia en materia urbana, de tal suerte que la prepotencia, el abuso, la corrupción o la ignorancia de algunas autoridades no continúe alimentando la descomposición espacial de nuestras ciudades.
Institución sin difusión
La angustiosa realidad es que solo algunos sabemos que existe, pues poco o nada se ha gastado en difundir su estructura y la importancia de sus alcances. Es autoridad sancionadora en materia ambiental y procuradora en cuestiones urbanas; puede dar asesoría a los ayuntamientos para el debido ejercicio de sus facultades en materia de suelo y tiene facultad de ser mediadora en conflictos sociales derivados de la realización de obras públicas y edificaciones.