El divorcio entre la planeación y la política de vivienda nos regaló quince años de crecimiento sin orientación alguna. Nadie tiene claro lo que está pasando hoy. Por lo menos no con cifras compartidas.
A la llegada de Vicente Fox solo había un objetivo: se trataba de satisfacer el déficit habitacional a como diera lugar, no importando la desconexión o el efecto de los nuevos desarrollos en la recarga de los acuíferos, por citar un dato verde de lo más serio que pueda haber. El objetivo era desarrollar, desarrollar, desarrollar. Cincuenta y siete zonas metropolitanas en las playas, tierra adentro y en las fronteras de nuestro México fueron el resultado de esa ruda intención federal.
Querétaro no solo no fue la excepción, creció a los cuatro vientos –si se me permite la expresión—con ferocidad hasta llegar a una dimensión cercana a los 35 kilómetros cuadrados. Estamos a la cabeza de la lista de ciudades que más crecen. El Marques crece anualmente 5.9% Corregidora 4.8% y Querétaro 4.5% según el Presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano de la Legislatura, Jorge Lomelí, cuando la media nacional está alrededor del 1.9%. Podemos decir que Querétaro está absolutamente “de moda”.
La verdad puede ser que nadie sabe a ciencia cierta cuanto estamos creciendo; pero se percibe claramente en la calle. Sobre todo el viernes, cuando los desplazamientos, cualquiera, son superiores a 30 minutos.
Algunas cifras son contradictorias. Están las de la industria viviendera que ha dicho necesitar hasta veinticuatro meses para desplazar una casa de interés social. Ha dicho también tener un sobre-inventario cercano a las dos mil viviendas. Si en 2013 se hicieron en Querétaro 15% menos viviendas que en 2012, sería razonable pensar que ese inventario salió de la bodega, pero no pareciera haber sido ese el escenario. Por otra parte, ha dicho el INFONAVIT que hay más de 3 mil casas abandonadas con sus respectivos créditos.
Hay una idea que repiten algunos políticos que me encanta, esa que dicen que a Querétaro llegan todos los días entre 8 y 15 familias; si es así, la relación entre las cifras permite una confusión en el análisis. No habría casas en bodega ni 24 meses de desplazamiento verdad? Lo único cierto es que las cifras van y vienen y no hay donde se puedan consultar con certidumbre.
Otro elemento de contradicción son las declaraciones de diciembre respecto de que el parque vehicular creció al doble en los últimos diez años. Más de 550 mil vehículos registrados, lo que no parece coincidir con el dato de la venta de viviendas que, según algunas declaraciones de SEDATU, bajó, aunque también esa fuente federal dice que el sector creció 4% en 2013… (¿?). Si, ese mismo sector cuyas principales empresas están por entrar en un concurso mercantil…
Otro vertiente de análisis: Si sumamos las declaraciones de los dos Secretarios de Desarrollo Urbano y Obras Públicas que ha tenido el Gobierno del Estado, se puede concluir una cifra superior a los tres mil quinientos millones de pesos invertidos en infraestructura vial en lo que va del sexenio. Una cantidad de recursos públicos que sirve, según datos liberados por el organismo que regula ese sistema de transporte, al 36% de los queretanos que somos a su vez, el universo de los que usamos nuestro automóvil; el resto va en camión, usa “la ruta” dos veces al día y al parecer no hay inversiones en infraestructura para ellos o es mínima, pues pareciera que no ameritar declaración.
Y es que lo que quiero exponer es que todas estas cifras las vamos “cachando”, vienen salteadas del servicio público; otras son liberadas por líderes camarales, otras más vienen de la industria desarrolladora a través de su principal gremio que es la CANADEVI.
La pregunta es válida, quién sabrá la verdad de Querétaro?
Todas las cifras aquí señaladas están en diversos links de noticias urbanas que vamos subiendo vía twitter @HacerCiudad. Gracias a todos los que nos obsequian sus mensajes en el blog HACERCIUDAD.COM.MX y a los más de 500 fieles seguidores en la página Hacer Ciudad de Facebook. Gracias en verdad.