La presentación de las líneas de política de vivienda para los seis años que siguen se caracterizó por una frase del Presidente Peña Nieto: “el tren de la vivienda seguirá su marcha”. Aunque con esta idea se buscaba atemperar el alma de la industria, es lo que no dijo el Presidente lo que ha puesto a las grandes desarrolladoras a patinar en la Bolsa de Valores donde sus acciones han bajado entre el 7 y 13 por ciento. Y es que el primer mandatario se reservó decir que ese “tren” deberá cambiar de vía, marchará a otra velocidad y por una nueva ruta… la ruta hacia la Ciudad compacta y sustentable.
Dentro de las cuatro líneas discursivas que comprendió el mensaje no figura la idea de que la política federal vaya a seguir fomentando los desarrollos inmobiliarios alejados de la mancha urbana. Muy por el contrario, el discurso político se orienta en el sentido de que primero se rellenarán las áreas ya urbanizadas de nuestras ciudades y luego, si queda necesidad o déficit que atender seguiremos desarrollando las periferias.
Crecer para arriba y aprovechar el suelo urbanizado es la línea. Con esta declaración del Ejecutivo Federal puede anticiparse que todo, o por lo menos una parte muy importante del suelo agrícola de reserva que las grandes vivienderas han ido atesorando durante una década alrededor de nuestras metrópolis, habrá de quedarse en el closet; la apuesta no es a seguir extendiéndonos.
Aunque Jorge Carlos Ramírez Marín, flamante titular de la nueva Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano anunció que las nuevas reglas de la vivienda estarán para el 2014, se pueden advertir ya los trazos: no habrá apoyo para proyectos aislados de la urbe; para proyectos que no utilicen ecotecnias o tecnologías verdes y tampoco se favorecerá la vivienda intensiva sin calidad de vida.
Si bien la discusión sobre la cantidad de metros cuadrados que como mínimo debe tener una vivienda de interés social sigue pendiente en el Senado, (a la espera del desenlace de la Nueva Ley General de Asentamientos Humanos) con las declaraciones del Presidente y del Secretario del ramo puede concluirse que la vivienda ya no seguirá por el camino que ha seguido de Fox y la CONAVI para acá. Se acabaron los mega negocios vivienderos… Si los municipios de nuestra zona metropolitana pusieron atención y leyeron entre líneas habrán de ser muy celosos en el análisis de los expedientes que tienen pendientes por resolver desde la entrada en vigor del Nuevo Código Urbano para el Estado de Querétaro. No vaya a ser que el gobierno federal lleve el tren de la vivienda a otra estación y los ediles se queden –como Penélope– junto con algún desarrollador despistado, esperándolo en un banco en el andén.
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