De los Bigotes del Tigre o el «Tánganazo»
Si la semana pasada sugerí que pusiéramos las barbas a remojar, esta semana la idea que recomiendo es no tocarle los bigotes al tigre, si es que no lo quieren despertar. Y es que con la serie de declaraciones sobre el Tangano, nuestra élite gobernante está jugando “x games” pre pre-electorales, de los que nadie saldrá bien librado si la tónica es cuestionar la forma como se ha manejado el suelo y la obra pública en los últimos trienios municipales y sexenios estatales.
A quien haya tenido la ocurrencia de iniciar la serie, deberían enseñarle lo que significa el “efecto dominó”. El cuestionamiento de fondo es la gobernabilidad misma, más allá de la sustentabilidad ambiental, que es de suyo básica. La pregunta es, si lo público es realmente público o Querétaro es tan solo un feudo temporal de aquellos que juegan a gobernarnos.
Las bravías notas sobre la reversión de los suelos en el Cerro del Tángano hacen cuestionable el presupuesto que destinamos al IMPLAN del Municipio de Querétaro. Hacen dudar razonablemente sobre la probidad del trabajo técnico de Vicente Suárez de Miguel y Ricardo Alegre; sugieren que no es tal la experiencia aplicada de Fernando González y Miguel Angel Bucio; ponen a juicio no solo las cualidades directivas de José Luis Covarrubias y de Luis Vazquez, sino la capacidad en general de quienes los nombraron.
Estas notas formidables, no solo exponen la simplicidad con que se preparan los arreos para la contienda electoral de 2012; nos ponen a pensar si Sergio Chufani tiene los asesores correctos pues de alguna manera se llegó a la decisión de concluir el Querétaro Centro de Congresos; mega equipamiento urbano con el que inexorablemente –en la vida real– más allá de lo que diga un Plan Parcial de Desarrollo o las cuestionadas autorizaciones de 2005, se cambió para siempre la vocación de los suelos inmediatos en la meseta del Tángano.
Después de tantos dimes y diretes, lo de la semana pasada a los ciudadanos nos deja confundidos. Ya no sabemos que es peor: si las decisiones urbanísticas tomadas a la ligera o los golpes intuitivos de quienes sujetan o quieren sujetar el bastón de mando.
Hemos elogiado en este espacio la continuidad democrática significada en el centro de convenciones y en el Acueducto II; sin embargo, ahora parece que no hay tal concordia como la expuesta semanas atrás. Es evidente que si hay reversión, el acto será en si mismo expropiatorio y tendrán que venir las indemnizaciones. Se antoja difícil más no imposible, lo que sí sería interesante escuchar es quien las va a pagar… ¿otra vez todos nosotros?…
Este largo fin de semana debe haber puesto a todos en alerta. La iniciativa privada, el gobierno estatal, el equipo armandista “remasterizado” y los que quieren que se caiga; los que ahora tienen una chamba y se les olvidó lo que hicieron en otra. Los que sienten que si no hacen ruido nadie los va a tomar en cuenta y los que siempre se andan acomodando. Para todos vaya otra respetuosa sugerencia… no se exhiban. Al cuestionar el fondo del pasado, hacen evidente lo que muchos ciudadanos le han señalado al Estado por años: NO HAY PLANEACIÓN ni forma de lograrla con el actual y antidemocrático marco institucional. Ese, si es un grave problema social que atender y con muchos votos de por medio.
Por si no lo percibieron, los inversionistas solo ven esta refriega como una señal de alerta. Un foco amarillo de gobernabilidad y una amenazante señal contradictoria. No se necesita ser muy vago para saber que las jugadas de tres bandas solo funcionan cuando las orillas de la mesa están bien tensas; en el caso que nos ocupa, quien escogió esta arena para hacerse notar, podría terminar rompiendo el paño en célebre pifia.
P.D. Ya con el Código Urbano en la Legislatura no hay pretexto para que no se exponga abiertamente su contenido. Usted que si sabe de urbanismo está convocado al debate. Así sea…
Gracias a todos por sus mensajes al mail hacerciudad1@gmail.com
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