Entre todos no hay codazos
Durante los últimos tres meses un entusiasta grupo de servidores públicos ha venido trabajando la confección institucional del Instituto Metropolitano de Planeación. El reto es crear un organismo vivo y fuerte; legitimado plenamente en la ciudadanía y capaz en lo técnico de guiar el futuro de esta gran Ciudad, hoy indivisible y compartida por Corregidora, El Marques, Huimilpan y Querétaro.
La idea se ha nutrido con la participación de personalidades del urbanismo queretano como Ramón Abonce, Ernesto Philibert, Gustavo Alcocer Gamba y Jorge Vázquez Mellado. Incluso se ha recibido el apoyo de la Asociación Mexicana de Institutos Municipales de Planeación A.C. y de un grupo de expertos nacionales entre quienes se encuentran Ignacio Kunz y Alfonso Iracheta. El proyecto institucional va muy bien y es ciertamente posible.
El grupo no se ha conformado con una visión local de la idea. De la experiencia de amigos de la planeación como el Dr. Gerardo González –consultor a quien puede considerarse el patriarca de la estrategia institucional que atiende la zona metropolitana de Guadalajara—se han recibido consejos muy atinados para inhibir el riesgo que el Instituto nazca con una gran cabeza pensante pero manco; para que nazca bienvenido y se desarrolle; para que no resulte después, cuando cambien las administraciones, que es un “pecado de juventud” que hay que esconder o un chiquillo malcriado y metiche al que hay que corregir.
Mucho es a lo que hay que renunciar, si me permiten esa palabra, para pasar de nuestra actual política de planeación inexistente a una política de planeación incluyente y eficaz; facultades y atribuciones que habrán de acotarse –sin mutilar claro– la figura de los Ayuntamientos como manda la Constitución. Se trata de hacer posible lo público más allá del discurso de lo público.
Y es que es tiempo de que muchos –tanto en el sector público como en el privado—hagan un esfuerzo político y particular por aceptar que otros también queremos opinar. Un esfuerzo democrático como el que está dispuesto a hacer el Gobernador Calzada Rovirosa y los Presidentes Municipales García, Zapata, Vega y Loyola. Dejar atrás el autoritarismo sobre la Ciudad y abrir nuestra mente y nuestro compromiso al diálogo permanente y transparente por Querétaro.
De acuerdo a estos avances sería también muy bueno que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas del Estado –como coordinadora que fue del estudio sobre la Zona Metropolitana de la Ciudad de Querétaro realizado por el Despacho de Roberto Eibenshutz en 2011—se incorporara definitivamente al advenimiento del Instituto; una estructura que si bien de acuerdo al Nuevo Código Urbano no le compete de forma directa, si tiene sobre y para ella una gran relevancia. Sería una pena que cuando concluyan los esfuerzos municipales para crear la figura, en esa Dependencia estatal no hubiere eco.
Igualmente, es momento de compartir la propuesta con los propietarios de esa gran extensión de suelo que espera el desarrollo; nada más 20 mil hectáreas. Su opinión es crucial y de ninguna manera pretende ser avasallada. El proyecto de Instituto es muy noble y todos debemos caber en él. Pienso yo que si lo hacemos entre todos no hay codazos…
Gracias a todos los que leen esta columna. Vuelvo con esta entrega a la senda de la regularidad; gracias también a los fans de la página de Facebook que ya casi suman 500. Les anticipo que en breve tendremos una revista digital en la web para seguir hablando de Hacer Ciudad!